Edificio Nuevo León en Tlatelolco, semejante al que habitaba en 1985.
Siendo las 7:19 de la mañana, el reloj se detuvo para demostrarnos que Dios es soberano y el dueño de todo cuanto existe.
Me considero un sobreviviente del Terremoto de 1985, ese día jueves del 19 de septiembre sin duda nos marcó a muchos vecinos que vivíamos en la Unidad Tlatelolco de la Ciudad de México.
El movimiento telúrico fue devastador en esa zona de la capital, los casi dos minutos que duró fueron eternos y le soy sincero, pensábamos que ese era nuestro final.
Pero el Señor Jesucristo tuvo misericordia de nuestra familia, pues clamamos a gran voz de rodillas para que se hiciera su voluntad en nuestras vidas y así fue.
Recuerdo que en el primer piso vivía un pastor Pentecostés, amigo de nosotros, él también clamó y su testimonio al día siguiente fue “este inmueble no se derrumbó porque había hijos de Dios en su interior”.
Sin embargo muchos murieron el 19 de septiembre del 85 y otros más perdieron a sus seres queridos, por esa razón siempre es especial la hora señalada es imposible no dar gracias a Dios por un día más de vida, llena de recuerdos imborrables.
¡Seguimos en pie por la misericordia de Jehová!
Hno. Ommar Ayala
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