Acompaña agnóstico mexicano al Papa en jornada por la paz mundial

NOTIMEX

Abiertamente agnóstico, a sus 48 años, será el más joven de los cuatro miembros de la delegación de “no creyentes” que participará por primera vez en el “encuentro de Asís”, una cita interreligiosa que comenzó en 1986 a instancias de Juan Pablo II y se repitió en 1993 y en 2002.

En entrevista con Notimex, el investigador explicó los motivos que lo llevaron a aceptar la invitación del Vaticano para asistir a este encuentro, que tendrá lugar Asís, ciudad del centro de Italia, y reunirá a unos 300 líderes de los más variados credos del planeta.

“Un agnóstico acompaña a los creyentes en esta búsqueda de la verdad y de la paz. Se trata de una búsqueda común a la humanidad entera en la cual un agnóstico e, incluso un ateo, puede participar con plena confianza y convencimiento”, precisó.

Sobre la decisión del Papa Benedicto XVI de incluir a los “no creyentes” en un encuentro históricamente “interreligioso” consideró que se trata de un “gesto valioso” que responde a la “vocación universal de la Iglesia católica”.

Advirtió que si la reunión continuaba convocando sólo a creyentes hubiese dejado afuera a quienes no lo son y, por lo tanto, no hubiese reflejado las aspiraciones comunes de la humanidad entera.

“El diálogo entre creyentes y no creyentes lo debemos llevar a cabo en este momento de la historia humana en el cual estamos sumergidos en una crisis muy grande, todos por igual”, dijo el académico mexicano.

Explicó que la categoría de los “no creyentes” engloba diversos tipos de personas, desde los “ateos beligerantes”, que pretenden borrar de la faz de la Tierra la religión, hasta los agnósticos abiertos a las manifestaciones de la religiosidad.

Sobre la jornada de Asís dijo estar convencido que será un gesto importante para el mundo entero y por ello, la tarde mañana jueves, leerá ante el Papa Benedicto XVI el compromiso de los “no creyentes” para la construcción de un mundo mejor.

“En lo personal (espero que sea) la oportunidad de experimentar un encuentro único en la historia dado que no sólo involucra a las religiones, sino que también incluye a los no religiosos. Es también un signo de esperanza hacia mejores tiempos para la humanidad”, confió.

“No va a ser tanto un debate, en ocasiones ciertos gestos tienen un valor simbólico incluso mayor que las palabras. Espero que este espíritu de Asís pueda nutrirnos a todos por igual”, apuntó.