viernes, 28 de octubre de 2011

Ratzinger denuncia guerras en el nombre de la religión


MILENIO

Benedicto XVI y dignatarios religiosos del mundo entero condenaron ayer en Asís (centro de Italia) las guerras libradas en nombre de la religión, en un momento en que aumenta el fanatismo.

Ante musulmanes, hinduistas, budistas y judíos congregados en la basílica de Santa María de los Ángeles de Asís, el Papa criticó duramente el fanatismo religioso, pero también denunció las políticas antirreligiosas responsables, según él, de la barbarie. “Sabemos que con frecuencia el terrorismo tiene motivaciones religiosas y precisamente el carácter religioso de los ataques sirve de justificación para la crueldad implacable, que cree poder relegar las reglas del derecho en favor del ‘bien’ buscado”, afirmó.

En este caso “la religión no está al servicio de la paz, sino de la justificación de la violencia”, denunció el Papa al comienzo de este encuentro interreligioso.

El Papa se refería a la violencia perpetrada en nombre de la religión por cristianos, musulmanes, judíos e hindúes fundamentalistas que rechazan la construcción de lugares de culto, las conversiones o la expresión pública de otras religiones.

Joseph Ratzinger renovó el mea culpa entonado por Juan Pablo II por los actos de violencia perpetrados por cristianos. “Como cristiano les diré: ‘Sí, en la historia recurrimos a la violencia en nombre de la fe cristiana.

Lo reconocemos con vergüenza, llenos de vergüenza. Eso fue una utilización abusiva de la fe cristiana, en oposición evidente con la verdadera naturaleza” de la religión.

La paz fue invocada, entre otros, por el patriarca ecuménico de Constantinopla (ortodoxo), Bartolomé I; el representante del Patriarcado de Moscú, el metropolita Alexandr; el pastor baptista John Upton, el musulmán Mohamed Zubair Abid, el budista Phra Phommoleo, el sintoísta japonés Tsunekiyo Tanaka y la judía Setri Nyomi.

El Papa tuvo cálidas palabras para los ateos humanistas abiertos al diálogo, considerando que plantean preguntas justas y que su imposibilidad de creer se explica por “la imagen reducida o deformada de Dios” dada por muchos religiosos.

La única voz en español la puso el agnóstico filósofo mexicano Guillermo Hurtado, de 49 años, miembro del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad de México, uno de los cuatro no creyentes invitados por el Papa.

“Como humanistas agnósticos en dialogo con los creyentes nos comprometemos con todos los hombres de buena voluntad a la edificación de un mundo nuevo, donde el respeto a la dignidad de todo hombre, de sus aspiraciones interiores y de su libertad de actuar conforme a sus convicciones sea la base de la vida en sociedad”, dijo Hurtado.

Desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama, envió un mensaje en el cual afirma que “mediante el diálogo interreligioso podemos unirnos en una causa común para (...) lograr la paz donde hay conflictos y encontrar el modo de lograr crear un mundo mejor para nosotros y nuestros hijos”, estimó.
Benedicto XVI cerró ayer en Asís la Jornada de Plegarias por la paz y la justicia en el mundo con una “nunca más violencia, nunca más guerra y nunca más terrorismo”, y pidió que “en nombre de Dios cada religión lleve sobre la tierra justicia y paz, perdón y vida y amor”.

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