El cardenal Norberto Rivera, anfitrión en la apertura del espacio religioso –contiguo a la Basílica de Guadalupe–, reunió al presidente Felipe Calderón y al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Carlos Slim, patrocinador de la construcción, fue testigo del encuentro en el que panista y perredista se estrecharon las manos. El jefe del Ejecutivo federal afirmó que los mexicanos
somos guadalupanos sin importar fe ni creenciasy celebró que la libertad religiosa absoluta en el país no tenga vuelta atrás Foto Yazmín Ortega Cortés. (La Jornada)
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